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10 de mayo 2017

La relación de la banca con las fintech

DESAFIOS Y OPORTUNIDADES PARA BANCOS Y FINTECH

Diferentes estudios de consultoras como PwC, Ernst and Young, Accenture, Capgeminy, Efma, BI Intelligence, McKinsey, entre otras y de muchas empresas vinculadas al sector de la tecnología coinciden en que en los próximos años se producirá una transformación en el sector financiero por la irrupción de las fintech y el desarrollo de las tecnologías, incluso avanzan la posibilidad que los ciudadanos prefieran acudir a las plataformas de estas compañías para determinadas transacciones financieras como solicitar un préstamo, efectuar inversiones o pagos entre particulares.

McKinsey advertía en un informe que los nuevos operadores podrían hacerse con parte del negocio bancario, hasta el punto de perder los bancos tradicionales entre el 10% y el 40% de los ingresos y entre el 20% y el 60% de los beneficios, en el año 2025.

Ante este panorama los bancos, que han visto al fin superados sus problemas de estabilidad financiera de la última crisis, han acelerado su reacción para hacer frente a este futuro marcado por la transformación digital (digital-first).

Según el reciente informe de PwC ‘Global Fintech Report’, el 82% de las empresas financieras tradicionales tiene intención de incrementar su colaboración con empresas fintech en un plazo de tres a cinco años. A su vez, las startups han comenzado a darse cuenta del esfuerzo económico que supone ampliar su número de clientes tras haber agotado ya tanto el segmento de usuarios pioneros como de usuarios interesados en avances tecnológicos.

Para las fintech, establecer alianzas con grandes entidades tradicionales que les den más visibilidad es una estrategia razonable de crecimiento. Los bancos tradicionales, por su parte, tienen problemas para innovar al ritmo y al nivel que esperan sus clientes, entre otros motivos por su tamaño. Aliándose con una startup ágil, las empresas tradicionales pueden ofrecer un servicio de última generación a sus clientes bajo su propia marca.
La encuesta de PwC también concluye que el 88% de las empresas tradicionales están preocupadas por la pérdida de ingresos frente a las nuevas empresas fintech.

La banca comienza a ver con mejores ojos la posibilidad de establecer relaciones simbióticas con nuevos competidores, especialmente cuando se trata de nuevas empresas de tecnología financiera. Está explorando diferentes opciones, desde la asociación con empresas revolucionarias a la experimentación por cuenta propia, colaborando estrechamente con competidores tradicionales.

Las oportunidades son muy grandes: desde soluciones de pagos digitales y ofertas en tiempo real hasta préstamos P2P personalizados. La banca ha entendido el potencial de negocio del fenómeno de la plataformización.

Dado que el ecosistema en su conjunto plantea retos desde el punto de vista del gobierno y control, la banca también está dándose cuenta, poco a poco, de la importancia de compartir y llegar a un entendimiento sobre cuánto se debe compartir.

¿Qué opciones tiene la banca en esta época, en la que se están redefiniendo conceptos bancarios básicos? La calidad y relevancia final de los servicios que recibe el consumidor se multiplicarán a medida que los bancos se transformen en plataformas y compartan sus datos de manera estandarizada.

Los consumidores tendrán la posibilidad de explorar y consumir lo que más les interese, cuando les interese y pagarán utilizando el canal que prefieran, de la misma manera en que lo hacen cuando consumen cualquier otro producto.

Evidentemente este impacto podría ser muy grande si los bancos no actuaran y las fintech centraran sus esfuerzos únicamente en desbancar a la banca tradicional y aunque algunas si tienen este propósito, no se produce en todos los casos.

Los bancos que consideren que los clientes tienen un alto nivel de confort realizando operaciones financieras a través de ellos y que la pérdida que pueden tener es muy limitada porque tienen unas barreras de entrada infranqueables, como la seguridad y la confidencialidad, probablemente encontraran problemas y la amenaza de perdida de negocio será una realidad inevitable.

LA COLABORACION ES LA CLAVE

Frente a las dos culturas de mutua ignorancia y enfrentamiento inicial, se está produciendo un nuevo enfoque en que se reconocen los beneficios de la colaboración entre bancos y fintech.
Por una parte, los bancos son conscientes que les caracteriza una cultura que ralentiza la innovación y ahora se encuentran ante la presión de las fintech en un contexto de márgenes reducidos en los próximos años.

Por otra parte, las fintech no son empresas que tengan como objetivos destruir a los bancos, son sociedades con accionistas y objetivos de negocio, que pueden conseguir sobrevivir y escalar su actividad si consiguen asociaciones con las entidades bancarias.

Después de la primera generación de fintech que mantenían en los primeros momentos posiciones muy radicales de disrupción total con la banca tradicional, las cosas han cambiado y el número de ellas que está colaborando está aumentando porque los bancos también creen necesario el cambio.

“Si quiere innovar, ponga una startup en su empresa” es una afirmación muy común en los foros de innovación. De alguna manera esta es una de las conclusiones a que han llegado los bancos que quieren adaptarse a la velocidad del cambio y toman conciencia de la imposibilidad de hacerlo mediante recursos internos.
Por parte de la fintech, pasada la fiebre anti banco inicial, la colaboración ya es una forma de éxito porque que va a tener la posibilidad de desarrollar su idea, así como imponer sus tesis de experiencia cliente y de servicio innovador.

No obstante, están surgiendo constantemente nuevas áreas de innovación de empresas fintech y cooperar por parte de los bancos puede ser tan complicado como costoso. Existen muchas opciones para generar alianzas como pueden ser adquisiciones, alianzas simples, joint venture, acuerdos estratégicos, prestación de servicios, etc.

Otra actuación que se está produciendo es la de incorporación en los bancos de personas que proceden de las fintech o de empresas de tecnología para afrontar el cambio desde dentro. Con ello se quiere no solamente realizar el cambio sino desarrollarlo a mayor velocidad.

Para las entidades financieras, el principal dilema se produce en las actividades centrales de la banca tradicional. Por ejemplo, si el coste de una plataforma de crowdlending que crea un marketplace entre demandantes de inversores puede ser de 100 puntos básicos y, en cambio, en la banca este servicio, con toda su estructura puede requerir un margen mínimo de 200 puntos básicos, ¿Qué pueden hacer los bancos?
Evidentemente si el servicio se puede verticalizar y ofrecerse directamente a los usuarios, la única solución es integrarlo mediante algún tipo de asociación. Por ello las alianzas son la mejor vía que están encontrando los bancos en este contexto.

Hay diferentes tipos de alianzas posibles con las fintech, entre las que se puede destacar: compras directas, creación de aceleradoras o incubadoras, fondos venture capital, acuerdos de servicios y acuerdos de partnership.

Evidentemente las entidades bancarias no pueden estar en todas las fintech ni en todos los ámbitos. Para ello la actuación de las colaboraciones está teniendo en cuenta dos variables determinantes que son la rivalidad que significa para el negocio, y la capacidad de impactar en volumen. De acuerdo con esta dualidad, se puede construir la matriz de alianzas que ayuda a entender la estrategia que está siguiéndose. Consiste en incorporar en el core del banco a aquellas startups que se prevea con fuerte impacto de rivalidad y capacidad de conseguir volumen.

Para las fintech con poca capacidad de crecimiento en negocio, pero que supongan una fuerte amenaza por la rivalidad, la propuesta es mantener su desarrollo a través de los programas de aceleradoras e incubadoras del banco, hasta ver su potencial.

Finalmente, se propone una política de alianzas con aquellas que tengan una capacidad de alcanzar volumen, si bien no sean competencia directa.

MATRIZ DE ALIANZAS BANCARIAS CON LAS FINTECH

MatrizBancoFintech

Evidentemente este proceso es largo y no lineal y bastante imperceptible para el usuario final que es un consumidor y no un analista que espera a que se produzcan mejoras sectoriales, toma decisiones inmediatas de acuerdo con sus necesidades y expectativas en cada momento.

Para él, sin duda la nueva oferta de las fintech amplia y mejora sus opciones y además de ser motor de cambio ofrece alternativas de contratación complementarias a la banca. Por tanto, por ejemplo, para una empresa en estos momentos a la pregunta de ¿Dónde pedir financiación, en un banco o en una fintech de crowdlending? La respuesta parece lógica: en ambos, no son excluyentes, al contrario.

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